Nueva jornada del CLM de rugby y nuevas sensaciones, como el tiempo... cambiantes y contradictorias. Nos presentamos en Puertollano con la sensación de que íbamos a hacer un gran partido, controlado y sin sobresaltos. Nada más lejos de lo que ocurrió. Los mineros salieron enchufadísimos (al parecer por unos comentarios ofensivos de algún niñato del CRRC) y se plantaron a cinco metros de nuestra marca sin que supiéramos que hacer... pensé "toca ponerse el mono de trabajo" y en las siguientes tres jugadas me jugué la amarilla tres veces. A partir de aquí algo más de tranquilidad, pero nadie entraba en juego, de hecho terminamos la primera parte 9 a 15 y hubo un ratito que los mineros fueron por delante en el marcador. En el segundo tiempo tiro de veteranía: Miguelón, Amores, Victor el gallego y todo se tranquiliza. Si a esto le unimos el bajón físico de Puertollano nos da el resultado final: 9 - 51, el deber cumplido pero la cabeza baja, como se dijo hasta el artazgo en el vestuario "Hemos podido hacer mucho más" no referido al marcador sino al juego y las sensaciones.
Antes jugaron las chicas, nuestras chicas, ya forman parte de la familia. Jugaron un SEVEN contra las mineras que están empezando en esto y ganaron 0 - 25. Gran inyección de moral para un final de temporada muy incierto del rugby femenino.