EL CONTROL DE LA IRA... TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN.

¡Qué complicado! ¿No?

Últimamente estoy comprobando con algunas familias involucradas en la educación de sus hij@s que la baja tolerancia a la frustración de los chavales y chavalas les conducen a un estado de "cabreo" de tal magnitud que terminan mostrando actitudes muy agresivas tanto verbal como físicamente, rompen cosas, insultan gravemente, se autolesionan... ¿Qué está pasando? Para mi es muy sencillo, desde el cole y desde casa minimizamos tanto la posibilidad de fracaso en actividades diarias que los niños pueden pasar largas temporadas sin tropezar lo más mínimo y cuando llega ese inevitable momento, ZAS! no saben gestionarlo y estallan. Esto puede ocurrir de vez en cuando en edades tempranas lo que conllevará un cierto aprendizaje pero puede llegar más adelante lo que conllevará una terapia psicológica porque eso ya no lo levanta cualquiera.

Los sistemas educativos desde la LOGSE se centran en el alumno y eso, a priori, es positivo pero si resulta que poco a poco se van eliminando las posibilidades de los docentes de evaluar de manera real a alumno respecto a sus posibilidades reales frente a las áreas, materias o asignaturas resulta que todos van pasando los diferentes niveles creyendo que todo va bien y que se van a poder dedicar en el futuro a lo que ellos quieran y lo que es aun peor sin realizar grandes esfuerzos. ¿Qué ocurre? pues que tenemos a una juventud que llegado el momento de tener que obtener una nota determinada para poder acceder a los estudios que creen que son los que se ajustan a sus perfiles solo saben memorizar porque hasta entonces es lo único que se les ha pedido, aunque las leyes educativas hablen de un montón más de estrategias de enseñanza- aprendizaje... Perdón estoy divagando. Esto nos lleva a que su nos dejaran a los docentes hacer nuestro trabajo y nos pudiéramos permitir gestionar la frustración de los niños y niñas desde los 3 años tendríamos una juventud más saludable e infinidad de perfiles de salida reales tras la educación obligatoria. Además tendríamos adultos mucho más funcionales.